Con la imposicion de la ceniza, un símbolo que es conocido por todos, hemos comenzado la cuaresma, cuarenta días durante los cuales nos prepararemos y andaremos un único camino con un solo fin, la Pascua y el encuentro con el Señor Resucitado.
La ceniza que hoy nos han impuesto sobre nuestras cabezas no tiene un símbolo negativo u oscuro de la vida (la muerte), la ceniza en el día de hoy se convierte para nosotros en un motivo de esperanza y superación. La Cuaresma es un camino, y las cenizas sobre nuestras cabezas son el inicio de ese camino. El momento en el cual cada uno de nosotros empieza a entrar en su corazón y comienza a caminar hacia la Pascua y el encuentro con Cristo
Todos con la imposición de la ceniza hemos comenzado el Camino Cuaresmal, con el propósito de tener la actitud del caminante, con el corazón despierto y con espíritu de reflexión, buscando un acercamiento al Señor.
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